Antonio Díaz-Miguel ha sido el entrenador más emblemático que ha tenido el baloncesto español en toda su historia. No sólo por su gran palmarés, sino por su contribución a la difusión y engrandecimiento de este deporte en una época muy diferente a la actual. Fue el gestor junto a sus jugadores de la ‘Época de Oro del Baloncesto Masculino Español’.
Considerado un hombre apasionado, gran conocer del baloncesto y con una acertada brújula que lo condujo a una permanencia admirable al frente del ‘Equipo Nacional, casi 27 años y 431 partidos dirigidos.
Incansable estudioso del basket americano, sus viajes anuales a este país en los que formó una estrecha relación con los más prestigiosos técnicos del baloncesto estadounidense, le hicieron ser considerado el entrenador español con mejores conocimientos del baloncesto estadounidense.
Si hay algo que muchos destacan de él es su generosidad en la divulgación del mejor baloncesto. Siempre estuvo dispuesto a transmitir su sabiduría en clinics para entrenadores y campus para jóvenes jugadores. Con el objetivo siempre de engrandecer nuestro deporte.
El orden, la preparación, el cuidar el más mínimo detalle eran su forma de ser.
Díaz-Miguel, fue el hombre de gafas llamativas, enamorado de su familia y su trabajo, amigo de sus amigos, generador de ilusiones, defensor a ultranza del ‘Equipo Nacional’ y ante todo, el Seleccionador Nacional por antonomasia.
Antonio, tenía ese especial carisma que iluminaba una habitación cuando él entraba. Su calidad humana, su integridad y su estilo particular era lo que le hacían ser una persona tan cercana y tan querida por todos.
Con este campus queremos engrandecer su recuerdo y seguir con esa labor que tanto amaba él de transmitir a los jóvenes la pasión por el baloncesto.
Cintia Diaz-Miguel
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